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Conducción segura

julio de 2020

Artículo destacado

Conducción segura

Protegerse detrás del volante

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Ilustración de un pasajero en un automóvil que habla con el conductor

Conducir un automóvil puede darle libertad. Sin embargo, también es una de las cosas más riesgosas que hace todos los días. Más de 36,000 personas murieron en accidentes automovilísticos en los EE. UU. en 2018. Millones más resultan heridos cada año.

Muchas cosas pueden hacer que conducir sea un riesgo. El exceso de velocidad, no prestar total atención a la carretera y conducir cansado aumentan las posibilidades de un choque. El consumo de bebidas alcohólicas o drogas puede ser especialmente peligroso.

Afortunadamente, hay cosas que puede hacer para mantenerse seguro y proteger a otras personas mientras está en el automóvil. Los investigadores están trabajando para comprender qué causa los choques y cómo prevenirlos.

Distracción al volante

Es probable que haya visto anuncios que le recuerdan que debe mantener la vista en el camino. Con teléfonos celulares y pantallas en todas partes, la distracción al volante se ha convertido en un problema importante.

“Debido a que estamos tan concentrados en el teléfono, cuando alguien nos llama o nos envía un mensaje de texto, tendemos a tratar de responder de inmediato”, explica el Dr. Bruce Simons-Morton, un experto de los NIH en conducción adolescente. Para conducir con seguridad, tenemos que superar ese poderoso impulso, explica.

Los mensajes de texto pueden hacerle apartar la vista de la carretera durante algunos segundos. En solo cinco segundos, puede recorrer todo un campo de fútbol a 55 millas por hora.

La distracción no se limita a los teléfonos, sino que implica cualquier cosa que distraiga la atención de la conducción. Comer, jugar con la radio y ajustar su sistema de navegación lo distraen de conducir de manera segura.

“Tratar de alcanzar objetos también es un gran problema”, agrega Simons-Morton. Puede apartar la vista del camino al buscar sus gafas de sol o algo en el asiento de al lado.

Personas de todas las edades pueden ceder ante las distracciones mientras conducen. Muchos adultos admiten que envían mensajes de texto, responden llamadas y exhiben otros comportamientos peligrosos. Eso es un problema porque los adolescentes imitan las acciones de sus padres cuando aprenden a conducir.

Adolescentes al volante

Los estudios demuestran que los adolescentes al volante corren el mayor riesgo de choques. El número de choques es más alto entre los jóvenes de 16 a 19 años que en cualquier otro grupo etario. Esto se debe a que algunas habilidades de conducción mejoran con la experiencia. Los adolescentes también son propensos a distraerse, especialmente cuando están con amigos en el automóvil.

“Los primeros seis meses de manejo por cuenta propia son los más peligrosos”, explica la Dra. Ginger Yang, experta en adolescentes al volante en el Nationwide Children's Hospital y la Universidad Estatal de Ohio. El riesgo de tener un accidente sigue siendo alto hasta los 20 años, como mínimo.

Para ayudar a mantener seguros a los nuevos conductores, ahora todos los estados usan un sistema de licencias graduadas. El sistema consta de tres etapas. Los adolescentes primero obtienen su permiso de aprendizaje, donde son supervisados por un conductor adulto. Después de pasar su examen de conducir, reciben una licencia que viene con restricciones, como límites en la conducción nocturna y los pasajeros. Después de mantener un registro de conducción seguro durante un período determinado, pueden obtener una licencia de conducir estándar.

Yang explica que a veces los padres pueden involucrarse menos cuando sus hijos adolescentes comienzan a conducir de manera independiente. Sin embargo, incluso después de recibir las llaves, los adolescentes siguen imitando a sus padres.

“Los padres deben ser buenos modelos para sus hijos adolescentes, porque a esta edad continúan observando y aprendiendo del comportamiento de sus padres”, explica Yang. Actualmente, está investigando de qué maneras los padres pueden comunicarse con sus hijos adolescentes para ayudarlos a mejorar su conducción.

Yang y sus colegas han estado estudiando maneras de ayudar a los adolescentes que ya tienen alguna infracción de tráfico. Su equipo enseña a los padres maneras de fortalecer la motivación de sus hijos para conducir de manera más segura. Los padres aprenden a usar preguntas abiertas y a realizar una escucha activa. Esta técnica se llama entrevista motivacional.

Yang aconseja a los padres que “en las conversaciones sobre la conducción segura se deben tratar temas pequeños cada vez, pero deben mencionarse varias veces”.

Es importante hablar en un momento oportuno. Tanto los padres como los adolescentes deben estar tranquilos para que las conversaciones sean efectivas.

Sus estudios anteriores sugieren que los padres pueden marcar la diferencia. Al motivar a sus hijos adolescentes a conducir de manera segura desde el principio, los padres pueden ayudarlos a establecer hábitos de conducción seguros que mantendrán en la edad adulta.

Conductores mayores

Los conductores más jóvenes no son el único grupo con mayor riesgo de choques. A medida que uno envejece, los cambios físicos y mentales pueden hacer que conducir sea más peligroso.

“A medida que envejecemos, se produce una serie de cambios en nuestra visión”, explica la Dra. Cynthia Owsley, que estudia los efectos del envejecimiento en la visión en la Universidad de Alabama en Birmingham.

Las enfermedades oculares, como el glaucoma, empeoran naturalmente con la edad. Los adultos mayores también tienen más probabilidades de tener ciertas afecciones oculares que afectan la vista, como cataratas y degeneración macular relacionada con la edad.

Los problemas para distinguir un objeto de su fondo, llamado sensibilidad de contraste, también son comunes. “Imagine que está viendo a través de un parabrisas sucio: todo se ve un poco borroso”, expone Owsley.

Los problemas de visión también pueden afectar su capacidad de ver hacia los costados, es decir, la visión periférica. Esto puede hacer que sea más difícil ver autos en los carriles de los costados.

Para los adultos mayores, los cambios en el cerebro también pueden hacer que conducir sea más riesgoso. Owsley y otros especialistas han demostrado que el deterioro cognitivo (problemas con la memoria y otras funciones cerebrales) aumenta la probabilidad de un choque automovilístico.

Los cambios en la capacidad física, como la fuerza y los reflejos, también pueden hacer que conducir sea más peligroso a medida que uno envejece. Sin embargo, envejecer no necesariamente significa que deba dejar de conducir.

“Creo que el público se preocupa por los conductores mayores, pero en realidad la mayoría de los conductores mayores son bastante seguros”, agrega Owsley. Son los conductores mayores con discapacidad visual y cognitiva los que corren el mayor riesgo.

Si le preocupa la conducción de una persona mayor, es importante que converse con esa persona. Los expertos aconsejan estar atentos a las señales de que la conducción es insegura, como perderse en rutas familiares, tener experiencias cercanas a un accidente o recibir una multa de tráfico.

También puede comunicarse con una clínica de evaluación de la conducción. Estas clínicas pueden proporcionar una evaluación profesional de la capacidad de conducción de una persona. Si conducir ya no es seguro, trabaje con el adulto mayor para desarrollar un plan para moverse sin un automóvil.

Conducción más segura

Ya sea un conductor reciente o desde hace décadas, es importante pensar en una conducción segura.

La buena noticia es que los avances en el diseño de automóviles y la tecnología de seguridad están ayudando a protegerlo mientras está al volante. También hay varias cosas que puede hacer para reducir sus riesgos de accidente. Manténgase siempre alerta. Resista el impulso de enviar mensajes de texto o hablar por teléfono. Para obtener más consejos de conducción segura, consulte el cuadro de Elecciones sabias.

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