Diagnóstico, tratamiento y complicaciones

La enfermedad meningocócica es muy grave y puede ser mortal en cuestión de horas. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son muy importantes.

Diagnóstico

Una mujer acostada de lado recibiendo una punción en la parte inferior de la espalda; primer plan del procedimiento.

©Teresa Winslow – El Gobierno de los EE. UU. tiene ciertos derechos

La enfermedad meningocócica puede ser difícil de diagnosticar porque sus signos y síntomas son a menudo similares a los de otras enfermedades. Si el médico sospecha que se trata de la enfermedad meningocócica, tomará muestras de sangre o de líquido cefalorraquídeo (líquido cerca de la médula espinal), y luego enviará las muestras a un laboratorio para su análisis. Si hay bacterias Neisseria meningitidis en las muestras, los profesionales del laboratorio podrán cultivar (hacer que se multipliquen) las bacterias. Cultivar las bacterias en el laboratorio les permite a los médicos identificar el tipo específico de bacterias que está causando la infección. Saber esto ayuda a los médicos a decidir qué antibiótico funcionará mejor. Existen otras pruebas que en ocasiones pueden detectar e identificar las bacterias cuando los cultivos no logran hacerlo.

Tratamiento

Los médicos tratan la enfermedad meningocócica con varios antibióticos. Es importante que el tratamiento comience lo antes posible. Si el médico sospecha que hay enfermedad meningocócica, le recetará antibióticos a la persona de inmediato. Los antibióticos ayudan a disminuir el riesgo de muerte.

Según lo grave que sea la infección, las personas con enfermedad meningocócica podrían necesitar otros tratamientos como:

  • Ayuda para respirar
  • Medicamentos para tratar la presión arterial baja
  • Una operación para extirpar tejido muerto
  • Cuidado de heridas para las partes del cuerpo que tengan daño en la piel

Complicaciones

Incluso con un tratamiento con antibióticos, entre 10 y 15 de cada 100 personas con enfermedad meningocócica morirán. Hasta 1 de cada 5 sobrevivientes tendrá discapacidades a largo plazo, como:

  • Pérdida de una o más extremidades
  • Sordera
  • Problemas del sistema nervioso
  • Daño cerebral