Diagnóstico

Para determinar si padeces enfisema, el médico te preguntará sobre tu historia clínica y te realizará una exploración física. Es posible que el médico te recomiende una serie de pruebas.

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Una radiografía de tórax puede ayudar a avalar un diagnóstico de enfisema avanzado y descartar otras causas de la falta de aire. Sin embargo, la radiografía de tórax también puede mostrar resultados normales aunque tengas enfisema.

La exploración por tomografía computarizada combina imágenes de rayos X tomadas desde diferentes ángulos para crear vistas transversales de los órganos internos. Las exploraciones por tomografía computarizada pueden ser útiles para detectar y diagnosticar un enfisema. También puedes realizarte una exploración por tomografía computarizada si eres candidato para la cirugía de pulmón.

Análisis de laboratorio

La sangre extraída de una arteria de la muñeca puede analizarse para determinar si los pulmones transfieren bien el oxígeno al torrente sanguíneo y si eliminan bien el dióxido de carbono.

Pruebas de la función pulmonar

Estas pruebas no invasivas miden cuánto aire pueden retener los pulmones y si el aire entra y sale bien de estos. También pueden medir si los pulmones liberan bien el oxígeno en el torrente sanguíneo. Una de las pruebas más frecuentes utiliza un instrumento sencillo denominado «espirómetro», en el que debes soplar.

Tratamiento

El enfisema y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica no pueden curarse, pero existen tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y a desacelerar el avance de la enfermedad.

Medicamentos

Dependiendo de la gravedad de los síntomas, el médico podría sugerirte lo siguiente:

  • Broncodilatadores. Estos medicamentos pueden ayudar a aliviar la tos, la falta de aire y los problemas respiratorios relajando las vías respiratorias constreñidas.
  • Corticoesteroides inhalados. Los corticoesteroides inhalados, como los atomizadores en aerosol, reducen la inflamación y pueden ayudar a aliviar la falta de aire.
  • Antibióticos. Si tienes una infección bacteriana, como la bronquitis aguda o la neumonía, los antibióticos son adecuados.

Terapia

  • Rehabilitación pulmonar. Un programa de rehabilitación pulmonar puede enseñarte ejercicios y técnicas de respiración que podrían reducir la dificultad para respirar y mejorar tu capacidad de hacer ejercicios.
  • Terapia nutricional. También recibirás asesoramiento sobre cómo alimentarte adecuadamente. En los primeros estadios del enfisema, muchas personas necesitan bajar de peso, mientras que quienes se encuentran en un estadio avanzado a menudo necesitan aumentar de peso.
  • Administración de oxígeno. Si tienes enfisema grave con bajos niveles de oxígeno en sangre, utilizar oxígeno periódicamente cuando estás en casa y cuando haces ejercicio podría proporcionarte cierto alivio. Muchas personas utilizan oxígeno las 24 horas del día. Habitualmente se administra a través de un tubo delgado que se coloca en las fosas nasales.

Cirugía

Según la gravedad del enfisema que padeces, el médico podría sugerirte uno o más tipos diferentes de cirugía, entre ellos:

  • Cirugía de reducción del volumen pulmonar. En este procedimiento, los cirujanos extraen pequeños gajos de tejido pulmonar dañado. Extraer el tejido enfermo ayuda a que el tejido pulmonar restante se expanda y funcione eficientemente, lo que es útil para mejorar la respiración.
  • Trasplante de pulmón. El trasplante de pulmón es una alternativa si tienes daño pulmonar grave y otras opciones no funcionaron.

Estilo de vida y remedios caseros

Si tienes enfisema, puedes tomar una serie de medidas para detener su avance y evitar complicaciones:

  • Deja de fumar. Esta es la medida más importante que puedes tomar para tu salud en general y la única que podría detener el avance del enfisema. Si necesitas ayuda para abandonar el hábito del tabaquismo, ingresa a un programa para dejar de fumar. Evita el tabaquismo pasivo, siempre que sea posible.
  • Evita otros irritantes respiratorios. Estos comprenden emisiones de gases de pinturas y de los caños de escape de los automóviles, algunos olores de cocción, determinados perfumes, como también velas e incienso encendidos. Cambia los filtros de la caldera y el aire acondicionado periódicamente para limitar los contaminantes.
  • Haz ejercicio regularmente. Procura que tus problemas respiratorios no te impidan realizar ejercicio periódicamente, puesto que este puede aumentar mucho tu capacidad pulmonar.
  • Protégete del aire frío. El aire frío puede causar espasmos de los conductos bronquiales y hacer la respiración todavía más dificultosa. En los días fríos, colócate una bufanda liviana o una máscara protectora del frío (las que se venden en farmacias) sobre la boca y la nariz antes de salir, para entibiar el aire que ingresa a los pulmones.
  • Aplícate las vacunas recomendadas. Asegúrate de recibir la vacuna contra la influenza anual y las vacunas contra la neumonía, tal como lo aconseje el médico.
  • Evita contraer infecciones respiratorias. Haz todo lo posible por evitar el contacto directo con personas que estén resfriadas o tenga influenza. Si tienes que relacionarte con grandes grupos de personas durante la temporada de resfríos e influenza, usa una mascarilla, lávate las manos con frecuencia y lleva contigo un envase pequeño de desinfectante de manos a base de alcohol para usarlo siempre que lo necesites.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

La dificultad para respirar asociada al enfisema puede limitar gravemente la capacidad de participar en actividades cotidianas. Muchas personas se vuelven retraídas y se deprimen.

Para ayudarte a afrontar los cambios que el enfisema ha provocado en tu vida, es aconsejable:

  • Expresar tus sentimientos. El enfisema podría limitar algunas de tus actividades y afectar los planes y rutinas de tu familia de un modo que no siempre puedes prever. Si tú y tu familia pueden hablar con franqueza sobre las necesidades de cada uno, podrán asumir mejor los desafíos de vivir con esta enfermedad. Mantente atento a tus cambios de humor y tu relación con otras personas y no temas buscar asesoramiento psicológico.
  • Considerar unirte a un grupo de apoyo. También es aconsejable que te unas a un grupo de apoyo de personas que sufren enfisema. Si bien a algunas personas no les agradan los grupos de apoyo, pueden ser una buena fuente de información y estrategias de afrontamiento. Además, puede ser alentador pasar tiempo con otras personas en circunstancias similares a las tuyas. Si estás interesado en unirte a un grupo de apoyo, habla con el médico o visita el sitio web de la American Lung Association (Asociación Americana del Pulmón) para obtener información acerca de grupos de apoyo en línea y locales.

Preparación para la consulta

La primera consulta para saber si tiene enfisema podría ser con el médico de atención primaria o con un especialista en enfermedades pulmonares (neumólogo).

Qué puedes hacer

Antes de la consulta, sería conveniente que hicieras una lista de respuestas a las siguientes preguntas:

  • ¿Fumas? Si es así, ¿cuántos paquetes por día y cuándo comenzaste a fumar?
  • ¿Estás expuesto al humo de otros fumadores?
  • ¿Estuviste expuesto a emisiones de gases de productos químicos o polvo industrial en alguno de tus puestos de trabajo?
  • ¿Hay alguien más en tu familia que sufra problemas pulmonares?
  • ¿Qué medicamentos y suplementos tomas habitualmente?

Qué esperar del médico

El médico podría hacerte algunas de las siguientes preguntas:

  • ¿Toses todos los días? De ser así, ¿cuándo comenzó la tos?
  • Si fumas, ¿has intentado dejar el hábito?
  • ¿Cuándo notaste por primera vez dificultad para respirar?
  • ¿Hay alguien en tu familia que tenga un enfisema o una enfermedad pulmonar obstructiva crónica?
  • ¿Te impide la dificultad para respirar completar las tareas cotidianas?
  • ¿Has notado alguna vez un tono azulado en las uñas o los labios?
  • ¿Has bajado o aumentado de peso últimamente?